Construcción del tramo Quindío para culminar el Cruce de la Cordillera Central, la infraestructura vial más importante en la historia del país. El objetivo principal de este proyecto es mejorar la logística del transporte terrestre de pasajeros y carga, ya que por este corredor vial se transporta el 40% de la mercancía del país y circulan 18.000 vehículos de carga al mes.
En concreto, OHLA ha construido cinco túneles cortos, siete viaductos, un intercambiador vial, una estación de peaje y todas las obras a cielo abierto en los 8 km que conforman el corredor, además de realizar movimiento de tierras, muros de contención, estabilización de taludes, pavimento y señalización.
Retos constructivos
Entre los retos constructivos alcanzados, se encuentra el aislamiento sísmico de los puentes Yarumo Blanco, Macanas, Nogal Cafetero y Robles, ubicados en una zona de amenaza sísmica alta y en la que también existen grandes diferencias de longitudes (y rigideces) entre las pilas de cada puente. Desde el punto de vista de la seguridad vial, la compañía ha optado por la instalación, por primera vez en Colombia, de la barrera de contención vehicular PMH-38 en los puentes Yarumo Blanco y Nogal Cafetero.