Se ha realizado un estricto control de las afecciones que la obra pudiera ocasionar en la marisma y en la avifauna de la zona. Asimismo, una vez finalizadas las obras, se compensó la superficie de hábitat ocupada mediante la recreación de un nuevo bosque pantanoso en el que se plantaron más de 650 ejemplares arbóreos en 11.073 m2, encharcada gracias a un sistema de canales conectado con el regato del municipio de A Carrasqueira.
Se han recuperado también 10.995 m2 de marisma, mediante la construcción de islotes, con una superficie de 3.880 m2. Sobre ellos se han instalado un total de 3.000 tepes de Juncus sp., extraídos previamente de otras zonas de la marisma, en las que fue preciso intervenir y que fueron acopiados durante la ejecución de las obras al objeto de acelerar el proceso de regeneración natural. Destaca la creación de una llanura poco profunda, con suelos arenosos y fangosos recorridos por canales y con influencia mareal.