José Luis Rodríguez Zapatero inaugura el Sincrotrón Alba, la mayor infraestructura de ciencia construida en España, ejecutada por OHL
24 de marzo de 2010
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha inaugurado el 22 de marzo el Laboratorio de Luz de Sincrotrón Alba, situado en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Se trata de la mayor infraestructura de ciencia jamás construida hasta ahora en España, ejecutada por OHL y administrada por el Consorcio para la Construcción, Equipamiento y Explotación del Laboratorio de Luz de Sincrotrón, (CELLS), creado a partes iguales por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Generaliltat de Cataluña.
Juan-Miguel Villar Mir, presidente del Grupo OHL, estuvo presente en el acto junto con José Montilla, presidente de la Generalitat, Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación, y Josep Huget, consejero de Innovación, Universidad y Empresa de la Generalitat, entre otras autoridades. Por parte de OHL también asistieron Baltasar Aymerich, consejero, Rafael Martín de Nicolás, consejero director general de OHL Construcción Nacional, Carlos Sánchez Marín, director Obra Civil Área 1, Carlos Gispert, delegado Obra Civil de Cataluña y Baleares y Juan José González, jefe de Obra de Cataluña y Baleares, entre otros.
Alba es la primera instalación de Luz de Sincrotrón que se construye en España y también la primera de este tipo en el suroeste de Europa. Su inauguración representa un paso decisivo para el despliegue del Mapa Español de Infraestructuras Científico-Técnicas Singulares (ICTS) y su proyección internacional, posicionando a España — que es ya la novena potencia mundial en producción científica — como un país de referencia en grandes infraestructuras de investigación.
La dirección de Obra Civil de Cataluña del Grupo OHL ha sido la encargada de ejecutar este destacado proyecto. El alto componente tecnológico de esta instalación y los requerimientos exigidos para su correcto funcionamiento han supuesto un reto para su construcción.
En este contexto, las altas exigencias tanto técnicas, como de calidad, planificación, seguridad y salud que OHL ha debido superar en la ejecución han obligado a desarrollar y aplicar soluciones constructivas más próximas a procesos tecnológicos que a proyectos de construcción estándar.
El sincrotrón se ha construido en una superficie de 22.870 m² y sus instalaciones están integradas por el edificio principal -de hormigón y vidrio, planta circular de unos 140 m de diámetro y cubierta con forma de concha en helicoide-, el edificio técnico y un tercero administrativo y de otros usos. Está formado por tres aceleradores -el lineal, el propulsor y el anillo de almacenaje-así como de siete líneas experimentales de luz.
La construcción se adjudicó a OHL en dos fases. El contrato de la fase 1 comprendía los trabajos de obra civil: movimientos de tierras, túnel de servicio, cimentación, saneamiento, puesta a tierra del área crítica y obra civil del Túnel Alba.
Por su parte, la fase 2 se corresponde con la arquitectura del sincrotrón: construcción del edificio principal, edificios anexos y urbanización del Laboratorio de Luz de Sincrotrón.
Dentro de sus múltiples utilidades hay que destacar que la radiación que se genera en el sincrotrón se puede usar en muchos campos de investigación, desde la física y la química hasta la medicina o la biología. Sus funcionalidades industriales son muy variadas: fabricación de objetos muy pequeños, diseño de fármacos o desarrollo de nuevos materiales para la industria. Entre las aplicaciones de mayor impacto destacan la biología molecular, la terapia médica, las ciencias ambientales y las ciencias de los materiales.
El Laboratorio de Luz de Sincrotrón Alba es de la llamada tercera generación, la última tecnología en este tipo de instalaciones, siendo el único situado en el sur de la línea París-Trieste (excluyendo la fuente europea de Grenoble).
Alba permitirá incorporar a España entre el selecto grupo de países que producen los mayores descubrimientos científicos y las mayores innovaciones. Su construcción y equipamiento muestran además el enorme potencial de la denominada ”industria de la ciencia”: un conjunto de sectores innovadores, generadores de empleo y riqueza con un importante papel en la recuperación y crecimiento económico. Se trata de un mercado emergente en España, cuyo desarrollo está acompañando al importante esfuerzo de inversión pública en I+D y que representa una notable fuente de empleo de calidad y de nuevas oportunidades para la industria.
El período de construcción del Alba terminó en diciembre de 2009. La puesta en marcha de las instalaciones se realizará de forma gradual a lo largo de este año, para en 2011 entrar en funcionamiento pleno. Está previsto que a partir de entonces Alba dé servicio cada año, inicialmente, a unos 1.000 investigadores.