Juan-Miguel Villar Mir distinguido como Colegiado de Honor del Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos
21 de noviembre de 2008
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Juan-Miguel Villar Mir ha sido distinguido como Colegiado de Honor del Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos (CICCP), en un acto homenaje que tuvo lugar el 6 de noviembre en la sede de la institución. Este reconocimiento se une a la Medalla de Honor del Colegio, que le fue otorgada hace 23 años.
El presidente del Grupo resaltó, en una emotiva intervención, el honor de recibir una distinción considerada como el máximo reconocimiento colegial y profesional a la que puede aspirar un ingeniero de caminos. Asimismo recordó que personalidades tan insignes como S.M. el Rey, Don Juan Carlos de Borbón y S.A.R. el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, cuentan con la mencionada distinción y unos pocos ilustres Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, entre los que destacan Enrique Balaguer, José Antonio Torroja y Antonio Durán Tovar.
En su exposición reconoció que una de sus mayores satisfacciones correspondió a su etapa como presidente del Colegio que se inició en 2000, y a la que le impulsó “la exigencia interior de saldar, al menos en parte, la deuda que tenía contraída con la profesión”. Durante los cuatro años en los que estuvo al frente del Colegio se consiguieron importantes logros. Entre ellos, “destacaría uno por lo que todos los colegiados nos sentimos especialmente satisfechos y orgullosos”, la renovación de los estatutos en 2003, que supusieron su completa modernización.
El Presidente de OHL tuvo palabras de agradecimiento y expresó su especial afecto y gratitud a José Luis García-Villalba, vicepresidente de OHL por “su permanente, eficaz y leal apoyo” y a Rafael Fernández-Simal, secretario general del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, durante el periodo que Juan-Miguel Villar Mir estuvo al frente de la institución, por “su colaboración tan próxima, día a día”. En todo momento estuvo presente en su intervención el importante papel de los ingenieros de caminos en la sociedad, que les ha llevado a tener una posición destacada no sólo en el campo de la ingeniería sino también en el de la cultura o la política. Precisamente, sobre este último punto, recordó que ocupó los cargos de Ministro de Hacienda y Vicepresidente del Gobierno, al comienzo de la Transición política de nuestro país, en el primer gobierno de la Monarquía.
El presidente de OHL manifestó su orgullo por haber “continuado como empresario la estela que grandes ingenieros de caminos dejaron en su recorrido profesional” y destacó a ingenieros tan ilustres como José Eugenio Ribera, que fue el introductor en España del hormigón armado y el primer contratista general de obras públicas, José María Aguirre Gonzalo, fundador en 1927 de Agromán y José Entrecanales Ibarra, fundador en 1931 de Entrecanales y Távora “cuyos extraordinarios méritos reconoció en su momento el Colegio, otorgándoles la distinción de colegiados de honor”.
En este contexto resaltó la pujanza del sector español de la construcción, pujanza que ha tenido una expresión directa en el nuevo negocio de la financiación privada de infraestructuras, las concesiones de autopistas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, hospitales o edificios institucionales, que tuvieron en nuestro país un comienzo temprano en la década de los 60 y un importantísimo desarrollo en las décadas siguientes. Esto se traduce hoy en que entre las siete primeras concesionarias del mundo se encuentran seis grandes grupos constructores españoles, -según el ranking que publica la revista especializada Public Works Financing (PWF)-, contribuyendo al crecimiento de la economía del país.
En su intervención el presidente de Obrascón Huarte Lain hizo referencia a sus diferentes etapas desde que finalizó en 1955 sus estudios en la Escuela de Caminos y comenzó a trabajar “en la mayor empresa constructora del país, Dragados y Construcciones”. Tras diez años de servicios al Estado “siempre en Puertos” y en concreto en la Subdirección General de Puertos y Señales Marítimas, comenzó su etapa como empresario, dirigiendo empresas ajenas para mejorarlas y desarrollarlas. La primera de ellas fue Hidro Nitro Española a la que posteriormente se fueron sumando Altos Hornos de Vizcaya, Cementos del Cinca, Cementos Portland Aragón o Electra de Viesgo, entre otras. Así, después de 19 años presidiendo compañías por cuenta ajena y “tener la experiencia de haber salvado y consolidado empresas con grandes dificultades”, Juan-Miguel Villar Mir se decantó por ser empresario por cuenta propia.
La primera ocasión se presentó en 1987 con la compra de Obrascón a la que posteriormente se sumaron Ferroatlática, Fertiberia, Hidro-Nitro, Fesilven de Venezuela, de la francesa Pechiney y de los fertilizantes de Argelia, entre otras, que han dado lugar a lo que es hoy el Grupo Villar Mir, que con una plantilla que supera las 20.000 personas, está presente en 24 países de cuatro continente y cerrará 2008 con una facturación conjunta del orden de 7.000 millones de euros. Asimismo, el presidente del Grupo resaltó en su intervención que su actividad como empresario se ha visto acompañada por el ejercicio de labores docentes, dedicando más de treinta años, y de ellos, más de veinte, a transmitir como catedrático conocimientos y experiencias empresariales.
Juan-Miguel Villar Mir concluyó su exposición destacando las dos claves, que a su juicio, existen para el éxito. La primera es la de servir a los demás. Y, la segunda, es hacerlos felices.