Con 10,4 km de longitud, el tramo discurre por un terreno accidentado, que ha exigido construir cinco viaductos. En su trazado, la A-8 alcanza su punto más alto en Galicia, 698 m sobre el nivel del mar, en el alto de O Fiouco, donde ha sido necesario instalar un importante sistema de balizas para el guiado del tráfico en condiciones de baja visibilidad. Este tramo y el de Mondoñedo-Lindín, eran los dos últimos en fase de construcción de la Autovía del Cantábrico, en Galicia.
Alcance del proyecto:
- 5 viaductos
- 4 pasos superiores
- 7 pasos inferiores (1 marco, 5 pórticos y 1 con tablero doble)
- 5 muros (3 de suelo reforzado y 2 de hormigón armado)